miércoles, 4 de enero de 2012

La economía del miedo

Extractos do artigo publicado en El País sobre o libro "La economía del miedo" de Joaquín Estefanía.

 “La economía del miedo”. Joaquín Estefanía. Ed. Galaxia Gutemberg. Prezo: 21 euros.

O autor explica cómo o temor cidadán contribúe á dominación por parte dos mercados.

“El temor ha sido siempre uno de los aliados más fieles del poder, que intenta que la población viva inmersa en él. La creación artificial de atmósferas de miedo obliga a los ciudadanos a blindarse frente a los contextos sociales. El miedo que anida en el cerebro quebranta la resistencia, genera pánico y paraliza la disidencia; no hay poder en la Tierra que no haya confiado en alguna forma de terror...

...Surge así lo que algunos han denominado la ideología del miedo, definido en el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia como una “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”...

...El miedo no solo como construcción social sino también ideológica. Como es omnipresente y está arraigado, produce desconfianza y conflicto con el “otro”, al que se atribuye la culpa de lo ocurrido o de lo que puede acontecer, y genera, por tanto, la necesidad de protegerse de él. Esa es la ideología del miedo, que llega a través de sus transmisores, los “fabricantes de miedo”, muy vinculados en la contemporaneidad a los medios de comunicación de masas y a la información, comunicación y propaganda que se transmite instantáneamente a través de Internet...

... El sociólogo francés Michel Wieviorka, declara en la prensa: “En una situación de crisis los actores están cansados y las dificultades para sobrevivir provocan situaciones difíciles que rebajan la moral. La violencia y la conflictividad son más frecuentes cuando hay dinero y recursos. Pero cuando empieza la crisis la gente no entiende bien lo que pasa y está a la espera. El conflicto surge siempre que hay dominadores y dominados, pero en caso de crisis es todo el sistema el que no funciona, se crea desánimo y por eso no hay más conflicto. Existe un estudio muy famoso de la pequeña ciudad austriaca de Marienthal, muy industrial y con un partido socialdemócrata fuerte, que en los años veinte era muy conflictiva. Pero llega la crisis del 29, la capacidad de revuelta de la clase obrera desaparece y se entra en un estado de debilidad que incluso impide pensar. El siguiente paso fue el ascenso del nazismo”...

... El historiador y crítico social norteamericano Christopher Lasch, escribió en 1979: “Tras el torbellino político de los años sesenta, los ciudadanos sociales se repliegan a cuestiones meramente formales. Sin esperanzas de mejorar su vida en ninguna de las formas que verdaderamente importan, la gente se convenció de que lo importante era la mejoría psíquica personal: contentarse con los sentimientos, ingerir alimentos saludables, tomar clases de ballet o danza del vientre, imbuirse de la sabiduría oriental, caminar sin fin, trotar, aprender a relacionarse, superar el miedo al placer. Inofensivas en sí mismas, estas búsquedas, cuando son elevadas a la categoría de programa y se encumbran en la retórica de la austeridad y la apertura de las conciencias, implican un alejamiento de la política y un rechazo del pasado reciente”...”

Artígo completo:

http://politica.elpais.com/politica/2011/11/26/actualidad/1322338834_277423.html


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